Colgante de hitos, llenando una vida
Colgante de hitos, llenando una vida
Cuando nació mi hija, sentí la necesidad de hacer algo que marcara ese hito. Quería llevar algo que representara esa nueva familia que había creado a mi alrededor: Mi hija y su padre. Llevaba ya un colgante que me unía a las mujeres de mi familia e hice, con otro eslabón de las pulsera de mi abuela, este colgante de hitos.
Ahora, yo soy el origen de una familia y me gustaría que fuera llenándose de gemas representando a mis hijos, y luego a mis nietos… me emociona la idea de llevar un colgante que vaya cuajándose de gemas hasta que no quepa ninguna , hasta que esté lleno de vida.
Actualización a 26/7/2021: Hace meses que llevo una nueva gema en mi colgante, celebrando el nacimiento de un nuevo miembro en la familia. En cuanto pudimos salir a la calle tras el confinamiento, añadí al diamante y zafiro que ya llevaba por mi marido y por mi hija, un pequeño topacio.
Una carta en blanco que se va llenando con momentos de tu vida
Me imagino este colgante también llevado por una viajera… podría haber sido yo hace unos años, cuando vivía en Malasia. Habría sido muy bonito comprar una gema en diferentes países por los que viajara y con ellos ir llenando el colgante.
Lo que es bonito de esta pieza es que va siempre contigo y evoluciona con tu recorrido. Lo veo como un diario de tu vida, que puedes ir leyendo deteniéndote en cada gema.
El colgante de hitos puede ir creciendo contigo por la manera en que engasto las gemas: en granos sobre el oro.
Su proceso de creación es muy simbólico y hace referencia a la vida real, no idealizada: Fundo el oro con el fuego y lo forjo bruscamente. Aceptando y abrazando las grietas e irregularidades que se generan y la forma que adquiera la pepita al forjarse.
Las marcas del martillo son visibles. Los engastes son sinceros.
Y sus gemas o grabados , que van llenando ese diario que llevas al cuello.