HISTORIA DE LA JOYA: la joyería contemporánea

Cuando hablamos de joyería contemporánea, hacemos referencia al carácter artístico, de experimentación e innovación que tiene la pieza.

Es un termino que surge sobre los años 60, cuando ciertos artistas como Hermann Jünger (Alemania), Gijs Bakker (Holanda), Friedich Becker (Alemania) o David Watkins y Wendy Ramshaw (Gran Bretaña), deciden alejarse de la producción industrial de la joya para virar hacia un área más abstracta y conceptual, utilizándola como un campo de expresión artística más y buscando provocar una reacción en el espectador.

Cuestionan su función y reinventan las técnicas y materiales tradicionales para satisfacer estas inquietudes; como resultado, su obra no atiende a demandas de mercado sino a inquietudes personales.

Incluso obvian, deliberadamente, el carácter ergonómico de la joyería, utilizando el cuerpo humano como mera peana para la exposición de sus joyas como estas piezas de David Watkins.

David Watkins

Voy a mostrar unas piezas de estos artistas para que se vean las diferentes aproximaciones a la joyería contemporánea que planteaban, pero hay que tener en cuenta que este término engloba muchas corrientes. En realidad este post es una introducción para poder contar más adelante lo que en un estudio denominé "la joya etérea", una selección de artistas que considero conectados por la materialidad que dan a sus piezas.

Este collar de Herman Jünger realizado en 1957 es una maravilla. Está realizado con materiales preciosos: oro, esmeraldas, zafiros, rubíes, piedra luna y esmaltes, si bien es cierto que no es un requisito de la joyería contemporánea. Esta nueva corriente implicó el uso de cualquier material sin importar su valor económico, sólo el artístico. Una democratización de la joyería en cierto sentido.  Esta pieza se encuentra en The International Design Museum, Munich.

Herman Jünger, Collar (1957) en oro, esmeraldas, zafiros, rubíes, piedra luna y esmaltes.

Wendy Ramshaw sacará una colección de joyas en papel y dirá: “cualquier material es válido siempre que se use con un buen criterio. Por ejemplo, si se trabaja con papel, es importante ser consciente de que por su naturaleza se deteriorará y por lo tanto es de usar y tirar” (Puleé, Caroline: 20th century jewelery).

Esta joyera llevó además la joyería hasta el límite de su campo, realizando una colección de anillos que funcionaban también como esculturas al colocarse en unas peanas.

El movimiento pop art de los 60’s influirá en una joya anti-funcional y efímera.

En este marco, Gijs Bakker utilizará materiales alternativos, propios del mundo industrializado como el aluminio, gomas derivadas del petróleo... y los transformará en una joyería muy innovadora y que busca la reacción del público.

Hará una colección, llamada Shadow Jewelery, en la que la pieza de joyería en sí, será la marca llevada en la piel, esa imprenta que deja en el cuerpo.

La joyería será también un medio para investigar otras corrientes, como hará Friedrich Becker explorando en 1962 con este broche, que puede modificar tanto el usuario como el expectador, la joyería cinética.

Mis agradecimientos como siempre a Asunción Soler por sus clases de Historia de la Joyería de la Escuela de Arte 3 de Madrid.

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