TRES COLGANTES que son una ventana al pasado, presente y futuro
Estos colgantes, transformados por el fuego, son una ventana a su pasado, presente y futuro
W vino a verme con unas joyas heredadas de su abuela. Quería que hiciéramos algo para ella, su madre y su hermana que las uniera a través de esas joyas de la abuela, su origen.
Buscaba algo muy puro… basto… crudo, y la forma que tenían las esmeraldas no le gustaba así que me dio vía libre para diseñar e investigar con ellas, incluso partirlas. Preferí mantenerlas enteras, aunque buscando alguna manera para que su forma cambiara.
Tras darle muchas vueltas llegué a ese diseño que abría una ventana a su pasado, su abuela, a través de las esmeraldas. Me gustaba la idea de mostrar con estos colgantes, su pasado, presente y futuro en la misma pieza. Los diamantes mostrarían las nuevas generaciones y el presente se materializaría porque al llevarlos puestos forjan una alianza entre ellas.
Son una ventana a su pasado, presente y futuro y ellas deciden lo que muestran. Porque es al quitárselo cuando la esmeralda, su origen, muestra su forma y color.
La esmeralda es una gema traslúcida, que muestra la pureza de su color cuando la luz la atraviesa. Y me gustaba mucho que estuviera escondida en el interior de la pepita.
Porque es una joya para ellas. Al llevarlo puesto nadie puede ver su color ni forma real. Lo que muestran al mundo es una pequeña ventana a su pasado: su piel cierra la pepita, tamizando el color de la esmeralda y ocultando la parte de atrás de la pepita – y por tanto la forma de la gema-.
Solo ellas saben lo que sus pepitas guardan: su pasado, su historia. Y solo al quitárselo la esmeralda se lo recuerda mostrando su forma y su color real.
El proceso de creación en el taller
Los tres colgantes pesan lo mismo, están hechos con el oro fundido de las joyas de su abuela, y cada uno con su forma aleatoria que tomó al aplicarle la llama de fuego.
Una vez tuve las pepitas, los vacié por detrás para que acogiera cada uno una esmeralda colocada del revés y abrí un pequeño hueco por la parte delantera para que se mostrara solo una parte de la gema.
Las cadenas de oro también eran heredadas y cada una es distinta. Esto, junto con la formas únicas de las pepitas, les recuerda que las tres son diferentes aunque pertenecen a una misma unidad.
En cada pepita, los diamantes marcan los hijos de cada una y están engastados en granos para que puedan aumentar en número. El engste en grano es preferido porque no es nada sofisticado: no esconde ni necesita nada, el propio metal, empujado, sujeta la gema y deja marcado su origen y desplazamiento en el metal.
Puedes ver todo el proceso de su creación en la historia destacada ‘colgantes W’ de mi perfil de Instagram @migayodesign
El significado de la joya para MIGAYO
Con estos colgantes que son una ventana a su pasado y futuro, intento, una vez más, potenciar un valor simbólico más profundo de la joya. Abandonar la idea de la joya como símbolo de estatus u objeto embellecedor para buscar el ‘amuleto’, la joya con significado de protección, de recuerdo, de pertenencia.
Joyas que van hacia dentro en vez de hacia fuera.
Joyas que no pasan de moda porque lo importante es lo que te dicen.
Joyas que llevas siempre, no como adorno o cierre a un estilismo, sino como parte de ti